Muchas mujeres evitan descubrir qué tipo de silueta tienen porque creen que encontrarán “defectos” o “limitaciones”. En realidad, conocer tu silueta es todo lo contrario: es un mapa que te muestra el camino para potenciar lo que más te favorece.
Existen distintas morfologías —reloj de arena, triángulo, óvalo, rectángulo, triángulo invertido— y cada una tiene características únicas. La clave está en aprender a equilibrar visualmente el cuerpo con cortes, volúmenes y líneas que trabajen a tu favor.
En nuestras asesorías, vemos que cuando una mujer entiende su silueta, deja de vestirse para “disimular” y empieza a vestirse para resaltar. Ese cambio de mentalidad se refleja en su seguridad y en cómo se mueve por el mundo.
💡 Ejemplo: Si tu silueta es triángulo (hombros más angostos que la cadera), los escotes barco y los detalles en la parte superior pueden equilibrar tu figura y darte más armonía visual.