Resiliencia Glam · Método ASA
Por Tamara Palma · 10

Por qué el espejo no tiene la culpa: cómo cambiar la mirada hacia tu autoconcepto

¿Sentís que el espejo no te devuelve lo que sos por dentro? Este artículo te guía a transformar tu relación con tu autoconcepto desde el Método ASA: Autoestima, Estilo y Autoconocimiento.

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En este artículo:
  1. El espejo refleja más que una imagen
  2. Tu cuerpo no es el problema
  3. Vestirte con intención es una forma de sanar
  4. Cómo empezar a cambiar tu mirada hoy
  5. Conclusión + próximo paso

1) El espejo refleja más que una imagen

Cuando te mirás, no solo ves tu cuerpo: ves creencias, comparaciones y exigencias que acumulaste con los años. Cada juicio frente al espejo es una voz interior aprendida —de la sociedad, del entorno o de vos misma—.

Primer paso: escuchá qué te decís al mirarte. ¿Te criticás o te acompañás? Lo que repetís frente al espejo moldea tu autoestima.

2) Tu cuerpo no es el problema

Tu cuerpo no necesita cambiar para que empieces a amarlo; necesita que cambie la forma en que lo percibís. El Método ASA invita a reconocer tu cuerpo como un aliado, no como un obstáculo.

Cuando entendés tu tipo de silueta y aprendés a vestirte con estrategia, lo de afuera empieza a reflejar lo de adentro.

3) Vestirte con intención es una forma de sanar

La ropa no solo cubre: comunica. Cada prenda puede ser una afirmación de poder si la elegís con conciencia. Vestirte para vos —sin la presión de estándares ajenos— es un acto de libertad.

El cambio no empieza en el placard, sino en tu mirada. Con intención, dejás de disfrazarte y empezás a expresarte.

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4) Cómo empezar a cambiar tu mirada hoy

  1. Dejá de compararte. Tu cuerpo es único y cambia con el tiempo.
  2. Hablale con amor. Lo que te decís frente al espejo crea tu realidad.
  3. Elegí prendas que te estilicen, no que remarquen partes del cuerpo que sentis que no te armonizan.
  4. Agradecé cada parte de vos. La gratitud es antídoto del juicio.
  5. Buscá acompañamiento. Una asesoría puede ser ese primer paso.

Conclusión: hacé del espejo tu aliado

No se trata de forzar tu cuerpo a encajar en moldes que no le pertenecen.

Tu figura tiene una historia, una forma y un equilibrio propio.

Cuando entendés tu tipo de cuerpo —ya sea triángulo, rectángulo o reloj de arena— y lo vestís desde la aceptación, la comparación se disuelve y aparece el verdadero poder: sentirte en armonía con vos misma.

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Tip: si todavía no sabés tu tipo de cuerpo, reservá una sesión y construyamos tu estrategia de imagen con el Método ASA.